Tienen propiedades antivíricas, antiinflamatorias e inmunomoduladoras, por lo que tanto, fortalecen el sistema inmune y previenen numerosas enfermedades. Son ricas en yodo, un mineral fundamental para la tiroides y para la salud en general. Las algas marinas son saciantes, pero no engordan, por lo tanto, son ideales para evitar el sobrepeso y la obesidad. Son quelantes, que quiere decir que tienen la capacidad de absorber toxinas y metales pesados acumulados en el organismo y expulsarlos del cuerpo.